Sakkarah: Recinto funerario del faraón Zoser

El faraón Zoser reinó en el siglo XXVII a.C., al comienzo de la tercera dinastía. Con el reinado se Zoser Egipto pasó por uno de los periodos más importantes y de mayor esplendor de su historia. Es el fundador de la III dinastía y dará un giro decisivo al aspecto religioso, social y artístico de un Egipto unificado, donde ya no hay luchas tribales. Logró la unificación del Alto y Bajo Egipto, representado con la doble corona.

Zoser fue un rey de férrea voluntad y gran autoridad, un hombre justo, sabio inteligente y competente. Bajo su reinado se construyó la primera pirámide escalonada de Egipto que fue la primera construcción realizada en piedra. Antes de esa época, en la 1º y 2º dinastías, las construcciones se realizaban de adobe.

Para la construcción de su mastaba en Sakkarah, Zoser buscó a Imothep, gran sabio, arquitecto, médico, escritor, mago, astrólogo, filósofo, ministro y amigo de Zoser. Imhotep fue el artífice de una revolución arquitectónica y artística, heredada quizás de su padre.

Imothep, museo del Louvre

El genial arquitecto de la Pirámide escalonada de Sakkarah era sumo sacerdote en Heliópolis y tenía el poder directo del Faraón. Fue muy venerado y se lo divinizó formando la tríada Ptah, dios de los artesanos, Sekmet, diosa del karma, e Imhotep. Así se lo veneró hasta época Ptolemaica y se construyeron templos en su honor en Edfu, en Karnak, en Deyr el Medineth, en Deyr el Bahari y en Filae, entre otros lugares.

El diseño con el que revolucionó la arquitectura egipcia Imhotep, fue sin duda el de la Mastaba Escalonada en forma de pirámide erigida en el recinto funerario de Sakkarah para la tumba del rey Zoser. Además del diseño el gran cambio se estableció al dejar el adobe y reemplazarlo por la piedra caliza tallada. El palacio del rey en Menfis estaba hecho de adobe y sus columnas eran de troncos de palmeras. En el recinto funerario Imhotep decidió utilizar la piedra tanto en la pirámide escalonada como para todo el recinto, la entrada y la muralla.

El complejo funerario de Sakkarah

Una inmensa muralla rodeaba todo el conjunto funerario. Cada cuatro metros aproximadamente se colocó una puerta falsa con entrantes y salientes que recordaba una fachada de palacio, como la “muralla blanca” que rodeaba Menfis, y que había hecho construir Menes. Con ello Zoser rendía homenaje a su predecesor y daba unidad al Alto y Bajo Egipto.

Mastaba escalonada de Sakkarah

Recorriendo la muralla que en su tiempo tuvo 1500 metros de largo, encontramos en una de esas puertas figuradas, un acceso de no más de un metro de ancho y quizás 6 metros de alto, que no tiene ningún tipo de protección más que su propia estreches. Una ves franqueada esa puerta llegamos a otro mundo, para Zoser sería la entrada al Más Allá. Construir una monumental escalera que uniera cielo y tierra, quizás fuera la intención de Imhotep cuando concibió la célebre pirámide de Sakkarah.

Columnas de piedra caliza tallada

Desde la puerta, que como dijimos es simulada, hasta llegar a la esplanada ubicada delante de la pirámide, se encuentra un largo corredor con columnas, estas son las primeras columnas conocidas del arte egipcio talladas en piedra. Allí se encuentran 42 capillas redondeadas en el interior, imitando troncos de papiros, donde estaban las divinidades de las diferentes regiones y allí se colocaban los gobernantes en los días de las celebraciones de las festividades del Heb Sed, cuando entraba el rey a matar al toro dentro de la esplanada, por allí pasaban también los sacerdotes hasta llegar al recinto del amplio patio al sur de la pirámide. Todas las columnas están talladas con forma de árbol para imitar las que tenía el palacio de Menfis.

Al comienzo Imhothep no iba a hacer una pirámide, hizo una mastaba, primero hizo el pozo funerario de 7 m de lado y 28 m de profundidad, , que se encuentra en el centro de la primera mastaba y constituía una cámaras perforada en el terreno para crear un auténtico palacio para la eternidad del rey Zoser en el Más Allá. Colocó una piedra de granito rojo traída por el Nilo desde más de 800 km de distancia. Otro bloque de granito de tres toneladas y media serraba el pozo, en él se encontraron jeroglíficos con indicaciones de cómo debía colocarse. Así se sellaba el mayor sarcófago construido hasta entonces en Egipto.

La primera mastaba es de base cuadrada, de 63 metros de lado y tiene ocho de altura, luego sobrepuso 5 mastabas más, probablemente fueran 7 mastabas en total en su origen, de las que quedan solo 6. Forman una piramida, que es la forma sagrada para los antiguos egipcios, pues desde la teoría de la Creación del Universo el Dios apareció por un monte que tenía forma piramidal. Por eso el nombre real es mastaba escalonada con forma piramidal.

Toda la tumba está en la mastaba de abajo, que es donde se hallaron gran cantidad de vasos de alabastro, diorita y cuarzo, Las paredes de todas estas dependencias estaban forradas de loza fina recubierta de un azul verdoso, recordando el paisaje de Egipto que el rey disfrutaría en la eternidad. las otras 5 mastabas no tienen túneles ni nada.

Toda la mastaba escalonada en forma de pirámide estaba recubierta de piedra caliza blanca de grano fino muy pulida, con sus 60 metros de altura, fue la construcción más impresionante que habían realizado los egipcios hasta la época.

En el amplio patio se hacía el ritual de matar al toro, como símbolo de poder, como se hacía en Karnak y otros lugares. Debajo del patio hay un laberinto o intrincado sistema de galerías subterráneas y almacenes, de casi 7000 m, donde se encuentran tumbas y enterramientos de sacerdotes, aposentos donde se albergaron el ajuar funerario, y otro donde se encontró el ka de Zoser. Hay cuatro cámaras excavadas que presentan paredes bellamente decoradas, se encuentran pequeñas plaquitas vidriadas, en pigmentos verdes azulados que podrían imitar tapices vegetales. A este laberinto se accede por un pozo que se encuentra en la zona sur del patio y como tantas otras partes del misterioso Egipto está aún en estudio.

Conclusión

Fue una visita que nos transportó a otra dimensión, a un estado de conciencia que pocas veces se logra, en el ruido de la vida en que vivimos. Egipto tiene ese maravilloso encanto, esa magia sublime que habla al alma del escuchante, que guarda para la posteridad aun quien sabe cuántos misterios sin excavar, que cautivó a tantos investigadores, cautiva y cautivará hasta que toda la humanidad comprenda su mensaje. ¡Qué profunda gratitud a todos esos grandes seres que se adelantan a su tiempo!

Bibliografía

www.amigosdela egiptología.com

Fernando Schwarz: Geografía sagrada del antiguo Egipto, Ed. Longseller Buenos Aires 2008

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