Tiago Grandi
Introducción
“Hermes, tu más agradable tarea es ser el compañero del hombre; escucha a quien te estima”.
Zeus, en la Ilíada de Homero – Canto XXIV.
Aunque no sea el poder mismo (rol que es desempeñado por Zeus), Hermes está siempre cercano a los reyes. Sea como mensajero, como educador, como consejero o como protector, el dios cumple con funciones políticas importantes, llegando a ser el gran diplomático del Olimpo.
La influencia de Hermes en la política encierra todos los asuntos de diálogo, negociaciones, tratados de paz, cambios de bienes entre los pueblos (no solamente bienes físicos, pero también informaciones de seguridad, pesquisa, tecnología y otros bienes intangibles), así como las investigaciones y tareas secretas como los servicios de inteligencia de los países o el espionaje. Actúa como mensajero de los reyes, ayudando los amigos y aun confundiendo los adversarios.
Como el heroico Ulises, es capaz de garantizar la victoria más por astucia que por fuerza. Si la guerra es atributo mayor de Ares, la palabra victoriosa es el arma de Hermes. En su rol político, el dios desarrolla la iniciativa unida a la moderación y al arte de la diplomacia, conquistando cometidos sin generar daños. Así nosotros, filósofos, deberíamos también ser capaces de promover los éxitos sin macular la armonía.
Política y Diplomacia
“Sus atributos primordiales – astucia y creatividad, dominio sobre la oscuridad, interés por la actividad de los hombres, psicopompia – serán continuamente reinterpretados y acabarán por
hacer de Hermes una figura cada vez más compleja, mientras que un dios civilizador”.
Junito Brandão
El vínculo entre política y diplomacia es íntimo. Tal vez nunca estuvieran separadas una cosa del otra. Sin embargo, los historiadores hacen su búsqueda de los orígenes de la diplomacia, pasando por las antiguas civilizaciones hasta llegar a los días de las grandes cúpulas mundiales, como la ONU u el G81. Hoy se imagina que empieza con las primeras relaciones humanas en el paleolítico, mucho antes de los diplomáticos de la ONU.
La etimología de la palabra es griega, δίπλωμα. Viene del término diplos, que significa “doblado” y corresponde a una especie de certificado que permitía a sus portadores pasar por las fronteras con protección, sin riesgo de captura, mismo en tiempos de guerra.
Según la Enciclopedia Británica (2), la Diplomacia es:
“El método establecido de influir en las decisiones y comportamientos de gobiernos y pueblos extranjeros a través del dialogo, la negociación y otras medidas sin guerra o violencia. Las prácticas de la moderna diplomacia son un producto del sistema estatal europeo post-Renacentista. Históricamente, la
diplomacia significa la realización de relaciones oficiales (usualmente bilaterales) entre estados soberanos. En el siglo XX, sin embargo, las prácticas diplomáticas pioneras en Europa se habían adoptado en todo el mundo, y la diplomacia se había expandido para cubrir cumbres y otras conferencias internacionales,
diplomacia parlamentar, actividades internacionales de entidades supranacionales e subnacionales, diplomacia no oficial por elementos no gubernamentales y el trabajo de los voluntarios internacionales”(3).
Es interesante señalar que el diálogo es la principal arma de los diplomáticos y su servicio está dirigido a ayudar a los estados soberanos. Se ve naturalmente la magia de la palabra (Hermes) asociada al servicio de los gobiernos (Zeus).
Toda la capacidad retórica, el dominio del lenguaje, el poder de estar entre “dos cosas” (y no participar de ninguna exclusivamente), su habilidad para manejar la ambigüedad y, finalmente, su poder de síntesis, confieren al Dios una condición muy singular para los asuntos políticos. Abriendo caminos, permite la comunicación entre los pueblos a través del comercio y sobre todo de las negociaciones que impiden o encierran conflictos. Como mensajero, Hermes aproxima los corazones, elimina distancias, reúne los seres humanos.
Si la política es el arte de conducir los pueblos, ellos necesitan estar juntos. La armonía no nace de la indiferencia. Es necesario diálogo. Es necesario sintetizar los diferentes en un propósito conjunto. Así la diplomacia se vuelve un rol fundamental y tal vez la máxima expresión del dios en la política, sin olvidar otras de sus capacidades como la investigación secreta y el espionaje, la comunicación de las órdenes para que sean obedecidas y el asesoramiento al gobernante como consejero real.
La diplomacia se desarrolla como disciplina y oficio en todas las civilizaciones. En Grecia, por ejemplo, había tres posibles representantes: angelos, keryx y proxenos. Los primeros eran enviados en misiones entre poleis; los segundos eran heraldos, con derechos de seguridad para viajar por donde fuera necesario; los terceros eran residentes extranjeros que ayudaban en los negocios públicos. En Grecia surgirían también ligas y alianzas militares – los symmachia – y talvez nuestra actual diplomacia tenga fuertes orígenes, como mucho de nuestra cultura occidental, en los griegos.
Obviamente los romanos también aprovecharon las costumbres helenas en este ámbito. Pero además de importar y agregar, tuvieran su propia y original forma de relaciones diplomáticas. Llamaban de Fetialislos oficiales encargados de declarar guerra o paz a sus vecinos. Conformaban un colegio de sacerdotes (collegium fetialium) cuyo origen está en el período regio y que fue muy importante en la política del Imperio de tal suerte que el Ius Festiales se queda como principio del derecho internacional.
En China, desde los Han, que dieran inicio a la Ruta de la Seda, se ve una forma de diplomacia oficial. E incluso antes, si investigamos las enseñanzas de Confucio y Mencio(4), en las Primaveras y Otoños, percibimos la prevalencia de sus consejos por la Paz en contrario a la Guerra. También se puede ver, a pesar de los
constantes conflictos entre los reinos combatientes, que los maestros estrategas orientaban siempre el “vencer sin luchar”, como habla el maestro Sun Tzu en su clásico El Arte de la Guerra:
“Ultimate excellence lies Not in winning Every battle But in defeating the enemy Without ever fighting”(5).
India tuvo su gran desarrollo diplomático en el período Maurya, con Chandragupta. Chanakya, el maestro-consejero de Ashoka, llegó a escribir sus pensamientos en el Artha Sastra. Según sus enseñanzas, que incluyen un servicio secreto de inteligencia y espionaje, el estado debía considerar sus estrategias respecto los otros reinos bajo un sistema de análisis de “círculos de estado”, manejando amigos y enemigos. Para cada circunferencia, se debía planificar acciones de guerra o de diplomacia, de espera o preparación, de búsqueda de alianzas de protección o de refuerzo(6).
Los egipcios tuvieran gran importancia en la diplomacia antigua. Ramsés II fue talvez el protagonista del primer gran tratado de paz internacional. Después de la Batalla de Kadesh, contra los Hititas, garantizó la no agresión mediante medios diplomáticos. Toth, entonces, fue el responsable por el término de un conflicto muy peligroso para la integridad de la tierra de Khem en la XIX dinastía. Su hazaña está inscripta en el Templo de Abu Simbel y hay una copia del tratado en el templo de Karnak y otra en Estambul.
En el imperio Asirio se sabe que las cartas eran muy utilizadas para negociaciones y planificaciones con los reinos vecinos. Elaboradas en cerámica, tenían un sobre con un sello que servía de firma y lacre.
Entre los Incas hubo tentativas de comunicación con pueblos vecinos intentando evitar las guerras. Aun cuando se les interesaba integrar el territorio al imperio de Tahuantinsuyo, primeramente, se utilizaban de trocas de presentes. Su sistema de mensajeros, el Chasqui, se quedó famoso por comunicar las cuatro partes del imperio, gobernado por los cuatro Apus, que así podían tener informaciones de su pueblo y conducir los asuntos estatales.
Con los Aquemenidas, el Imperio Persa desarrolla el Camino Real que, como atestiguado por Heródoto, ligaba la Mesopotamia con la actual Turquia, desde la capital Susa hasta el Puerto de Esmirna. A través del Camino Real el rey Dario I, haciendo uso de los pirradaziš, sus mensajeros, comunicaba todo imperio.
El Imperio Bizantino llegó a desarrollar una refinada estructura estatal de diplomáticos, incluso con un servicio de inteligencia llamado “gabinete de los bárbaros”. Había un jefe de la diplomacia llamado Logothetes tou dromou, encargado de las comunicaciones con el exterior.
En la Europa de la temprana o alta edad media, Carlos Magno interrumpe siglos de diplomacia personal (relaciones feudales, vasallos y señores) empezando a arreglar una disciplina institucional. Un ejemplo es su estrategia de legitimación del poder asociándose al papado. Ya en las ciudades italianas del Renacimiento, la diplomacia ejerció papel muy importante. Según la Diplo Foundation:
“Las relaciones entre los estados eran influenciadas por dos elementos llave: ningún poder hegemónico y un fuerte interés en cooperar y solucionar problemas a través de medios pacíficos”(7).
La mentalidad pragmática – y un poco superficial – de Maquiavelo no es la única característica de este período. Si pensamos, por ejemplo, en el genio de Cosme y de Lorenzo de Medici, tenemos más en cuenta que esos banqueros hicieran política con mucha diplomacia, además de comercio y dinero. Liderazgo típicamente inspirado por Hermes.
En un cuadro de Rubens, en el Louvre (8), se ve Hermes apoyando a la educación de la futura regente de la Francia, María de Medici.
En el Imperio Otomano ya en 1520 se funda un despacho especializado en las relaciones exteriores. Sus diplomáticos eran llamados Reis ülKüttab o Reis Efendi. Más tarde, en 1836, su jefe ganaría el nombre mismo de Ministro del Exterior.
La edad moderna verá la realización de la Paz de Wesfatlia y del Congreso de Viena, importantes fechas para la historia toda de la diplomacia. La primera, en 1648,se refiere a dos tratados que pusieran fin a la Guerra de los Treinta Años. El segundo, que empieza en septiembre de 1814 y se desarrolla hasta junio 1815, encierre el período de las guerras napoleónicas, haciendo que en este siglo la Diplomacia tuviera gran protagonismo en Europa. Pero mismo antes del siglo XIX, el francés Charles Maurice de Talleyrand-Périgord, que se convertirá en el “príncipe de los diplomáticos”, llega a ser Ministro de Relaciones Exteriores. Él mismo será el Grand Chamberlain de Napoleón y, con los Borbón, representa Francia en las negociaciones de Viena. Muere en 1838 sin antes tener, como embajador francés en Londres, incluir su país en la Cuádruple Alianza.
Es la era de las relaciones entre estados soberanos, cosa que va marcar la diplomacia moderna. El
Congreso de Viena formaliza los rangos diplomáticos, donde surge el embajador como líder de una misión de relación internacional. Personajes famosos como Otto von Bismark, que condujo el Congreso de Berlín, pasan a figurar en la historia debido sus capacidades diplomáticas y de mantenimiento del poder sin hacer guerra.
El siglo XX será proficuo en otra faceta de Hermes como participante de las tramas políticas. Los sistemas de inteligencia y servicio secreto – CIA, Mossad, Mi6, KGB – surgen a partir de los grandes conflictos internacionales. Excepto la KGB, creada en 1954, los principales servicios de inteligencia nascen aún en la primera mitad del siglo XX(9). Este rol de Hermes es visto desde la India de Chandragupta y Kautilia, sin embargo, es evidente la preponderancia de esta energía en el “corto siglo XX”, como habla el historiador Eric Hobsbawn.
El fracaso de la Sociedad de las Naciones en impedir la Segunda Guerra no impidió la creación de la ONU. La Organización de las Naciones Unidas, fundada en 1945, siguiendo la Conferencia de Yalta (10), representa el gran intento de impedir nuevos conflictos a través del diálogo. Sin embargo, la llamada Guerra Fría va a caracterizar la otra mitad del siglo, sin poder impedir conflictos armados como en la Corea, el Vietnam y el Afganistán.
Los desafíos para la diplomacia en el siglo XXI son muchos: la dispersión y difusión del poder, no más concentrado en la soberanía de los estados-nación; las organizaciones supranacionales como la OMC, la ALCA, la OTAN, demuestran como las cuestiones son hoy más económicas que militares, aunque no se pueda olvidar posibles conflictos entre países; nuevos acontecimientos con gran incerteza de consecuencias, como el Brexit, la Nueva Ruta de la Seda y el TTP (Trans-Pacific Partnership), las cuestiones Rusas con Europa, una vuelta a los conflictos “derecha-izquierda”, las difíciles relaciones entre EUA e Irán entre otras naciones, respecto las armas nucleares, como guerras multinacionales concentradas en un territorio (Siria), proponen desafíos complejos para el futuro próximo. ¡La inspiración del Hermes Político será aún más necesaria!
Función Política y Rol Diplomático
“La gran tarea de Hermes, sin embargo, consistía en ser el intérprete de la voluntad de los dioses”.
Junito Brandão
La idea general de la función de Hermes como político y su rol de diplomático en las relaciones de poder se ve desde sus primeras acciones, pues luego de su nacimiento demuestra una gran habilidad para la persuasión y también la capacidad de dar soporte al Rey para su triunfo. En el episodio con su hermano Apolo (11) demuestra su pericia con la palabra, y en aquel en que ayuda a Zeus (12) contra el gigante Tipheus está su capacidad de soporte.
Como hijo de Zeus, Hermes hereda la proximidad al Poder, pero de su madre Maïa, la vieja da las Pléyades (que era tímida), asociada con la Fortuna por los romanos, tiene la buena suerte que garantiza el suceso en las negociaciones (Bona Dea). Como “poder de lo ínfimo”, al decir de Gilbert Duran, está siempre fuera de la escena principal, aunque siempre definiendo el rumbo de los acontecimientos. La timidez de Maïa no impide, sino que califica la característica de Hermes en sus relaciones políticas: él es
aquél que no aparece mucho, sin embargo, determina la dirección bajo su capacidad de arreglar las condiciones propicias.
Como mago, influye en los Reyes sin gobernar directamente; como viajero, tiene el “diploma” para pasar libremente; como ladrón, es el que obtiene conocimientos secretos – arquetipo de los servicios de inteligencia – engañando a los enemigos y protegiendo a sus amigos; como hermeneuta, interpreta las cosas que ocurren para dar consejos a los dirigentes. Fue así, enseñando al rey, que Hermes ayudó a Atreo en su enfrentamiento con Tiestes; con sus artimañas, engaño el pueblo de Argos para que Zeus se uniera a Io; convenció, con su habilidad retórica, al gran Hades que permitiera el regresó de Perséfone; con su entendimiento de las cosas, explicó a Heracles que la Górgona era solamente un espectro.
En Egipto es Toth quien restituye el Uadjet a Horus, el ojo de la visión justa. Cuando el hijo de Osíris, en la cumbre de los dioses, reclama el trueno, Toth pone a sus pies el Ojo de Sabiduría. Así Horus, después de vencer a Seth, asume todas las funciones de Poder legadas por su padre Osíris. El dios con cabeza de Ibis es obediente al dios falcón, mientras es su ayudante directo en el Poder Real. Toth también está con Horus como patrono de las Per Ankh, las Casas de la Vida, donde se educaban los funcionarios públicos para la continuidad de la magia de estado egipcia (Heka). Horus es el Poder de Gobierno, Toth es la Sabiduría. Poder sin sabiduría sería muy peligroso.
La cronología del Dios se desarrolla en diferentes estilos en cada civilización. Desde el Toth egipcio que ayuda el Faraón en sus relaciones internacionales (Cartas de Amarna), pasando por la sistemática acción de los diplomáticos chinos en el período Song, los juegos de poder en las repúblicas del Renacimiento italiano, las inúmeras negociaciones de paz entre católicos y protestantes en la Europa de los siglos XVII y XVIII, el frustrado intento de la Sociedad de las Naciones para impedir una nueva Guerra Mundial, la
constitución de la ONU, hasta la post-moderna búsqueda por nuevas relaciones internacionales.
Multifacético que es, Hermes se adapta a las diferentes situaciones geopolíticas, buscando adentrar las salas de reuniones de los dirigentes mayores y hacer la mediación de las conversaciones. Como el doceavo dios del Olimpo, Hermes tiene un vínculo eterno con las cumbres e reuniones de liderazgo. Aunque su poder doble, ambiguo, le permite algo más: que es salir de las salas de decisión y comunicarse con todos. Puede asistir a las negociaciones de poder, pero también es aquél que comunica sus resultados, asumiendo una postura de ligación entre gobernantes y gobernados.
Como su mítica hora es entre el “perro y el lobo”, Hermes actúa a la luz del día representando, como embajador, sus Maestros, y también, a la noche, investigando y obteniendo preciosos conocimientos para servir al Poder-Sabiduría. Hubo sucesos del dios en el mundo y también fracasos. No es que el dios, en sí, tenga éxitos o fracasos en el mundo de los hombres, sino que los hombres obtienen presentes de Hermes y los utilizan bien o no, con más o menos sabiduría. Los resultados son, algunas veces, positivos (como en los bien sucedidos Tratados de Paz); otras veces los hombres no logran el cometido (como la Sociedad de las Naciones que no pudo impedir la Segunda Guerra).
Inspiración y Modelo
“Todo aquel que recibió de este dios el conocimiento de las fórmulas mágicas se convirtió en invulnerable a toda y cualquiera oscuridad».
Junito Brandão
Si tomáramos a Hermes como ejemplo del gran diplomático podríamos orientar nuestros esfuerzos de solución de conflictos en búsqueda de la paz. Y además de eso, podemos, como filósofos, hacer de su doble capacidad de enlazar gobernante y gobernado, nuestro símbolo de obediencia a la Ley. (Pues Hermes engaña, casi comete perjurio, pero siempre a favor de Dios, siempre alineado con su padre Zeus.)
No basta existir el mando, hay que ser obedecido. Hermes representa la conjugación entre el Poder Real (hablando con Sabiduría) y la Obediencia (la escucha(13), el aprendizaje). Actúa en el soporte al mando, “para arriba”, así como ayuda a comunicar sus órdenes, “para abajo”. Siendo así, Hermes tiene en su función política general una específica participación como mensajero entre dirigentes y dirigidos. Su objetivo es mantener la jerarquía. Pero también hay relaciones de los dirigentes entre sí. Es entonces que se cumple su rol diplomático propiamente dicho: en su hora diurna, negocia abiertamente las mejores
condiciones para su gobierno. Aunque, se fuera necesario, hace trabajos de espionaje e investigación; para eso, actúa en la noche. Su cometido es siempre garantizar la paz y mitigar los inevitables conflictos.
Con eso surge un modelo complejo de aplicación de la idea hermética en la política, intentando reunir los posibles roles de Hermes en una imagen que pueda sintetizar toda su función política.
El modelo es horizontal, como clave de buena convivencia, mientras es igualmente vertical, como una clave de jerarquía. Tiene su aspecto de claridad, diurno, y de oscuridad, nocturno. Del símbolo hermético del lobo, extraemos el misterioso y silencioso Poder de Zeus con su pareja astuta (Métis). La aplicación de esta fuerza es secreta, en la noche, como son los servicios de inteligencia de los gobiernos. Del simbólico perro tenemos la fidelidad al rey, con la aplicación de la Sabiduría en las negociaciones e, incluso, de la
hermenéutica interpretación de los acontecimientos del día a día para informar sus jefes en tiempo.
Hermes comunica las órdenes del Cielo a los hombres, siempre obediente a la Ley, correcto y justo – Toth es hermano/marido de Maat – haciendo con que las órdenes de su padre Zeus sean cumplidas de la mejor manera. Si fuera necesario, marchará en la oscura noche, pasando por puertas que otros no puedan pasar o que no le puedan impedir el pasaje(14). O entonces, en la plena luz del día, hará el más fuerte discurso para llamar atención y convocar los líderes a salir en una misión conjunta(15).
Hermes encarna el poder de lo ínfimo, de lo pequeño, siendo al mismo tiempo muy poderoso y determinante en los acontecimientos, como Ulises u Odiseo, que es capaz
de terminar una guerra de 10 años, en pocos días, con su astucia.
Conclusión
“No siendo solamente un Olímpico, pero igualmente un ‘compañero del hombre’, tiene el poder de
luchar contra las fuerzas ctónicas …”
Junito Brandão
Si pudiéramos rescatar la sagrada figura de Hermes para dirigir los asuntos políticos del mundo actual, talvez sea posible mitigar las tensiones y reducir los esfuerzos de guerras y guerrillas. No hay duda de que se trata de una difícil tarea, pero el dios no es ingenuo… Sino todo lo contrario. Hermes, patrono de los ladrones y trapaceros, es capaz de identificar las malas intenciones y manejar las más complejas situaciones, sin aun utilizar la violencia. Así como Toth confiere poder al faraón para dirigir Egipto, nosotros, pequeños discípulos en la búsqueda de la Sabiduría, queremos beber de la Vida mayor. Queremos llegar a la Isla de la Iluminación. Queremos dirigir nuestras vidas de acuerdo a Maat.
Hay que trabajar mucho para que nuestro Ideal llegue a todos los rincones. Y puede ser la mágica palabra que sirva de apertura a los corazones de los hombres de todas las tierras. Una suerte de diplomacia acropolitana, una nueva diplomacia, inspirada en el Amor, en la Inteligencia y en la Voluntad de caminar hacia una fraternidad universal.
Hermes abre los caminos, da un paso hacia el mundo nuevo, seamos el hombre nuevo, capaz de utilizar sus facultades de consciencia y asemejarse más a los dioses que a los animales. Sepamos elegir y sepamos actuar. Con diplomacia, astucia y un poquito de magia…
Como nos pide JAL: “HAY QUE TENER INICIATIVA, PERO MODERADA Y ENCAUZADA POR UNA DIPLOMACIA QUE NOS PERMITA SOBREVIVIR CON LA MÍNIMA PERDIDA DE VALORES INTERNOS Y EXTERNOS”. Seamos así y nuestro cometido será más rápidamente atingido.
Notas
1.- Grupo de los ocho países más influyentes en la economía: EUA, Canadá, Inglaterra, Francia, Italia,Rusia, China y Japón. En realidad, en este momento (junio de 2018), Rusia no participa todavía de lasreuniones, pues debido a la invasión de Ucrania, sofrió diversas sanciones internacionales.
2.- https://www.britannica.com/topic/diplomacy
3.- Texto original: “Diplomacy, the established method of influencing the decisions and behavior offoreign governments and peoples through dialogue, negotiation, and other measures short of war orviolence. Modern diplomatic practices are a product of the post-Renaissance European state system.Historically, diplomacy meant the conduct of official (usually bilateral) relations between sovereign states.By the 20th century, however, the diplomatic practices pioneered in Europe had been adopted throughout the world, and diplomacy had expanded to cover summit meetings and other international conferences, parliamentary diplomacy, the international activities of supranational and subnational entities, unofficial diplomacy by nongovernmental elements, and the work of international civil servants”.
4.- According to the literature of the Hundred Schools of Thought, China’s ancient strategists preferreddiplomatic maneuvering to secure state objectives and were averse to territorial expansion by force.Kong Zi or Confucius (551 BC – 479 BC) stressed the limitation and regulation of power. Rather than war,Confucius’ teachings focused on education and humanity. Mencius (372 BC – 289 BC), another greatthinker of the time, also denounced wars with the idea that benevolent kings who could easily win overmasses had no enemies. The Confucius-Mencius political construct rejected the need for possessing largeterritories for enhancing state prestige. The Chou kingdom (1027 BC – 256 BC), for example, was hardlylarge but was nonetheless able to retain its dynastic command for eight hundred years—the longest forany Chinese dynasty. https://www.chinacenter.net/2014/china_currents/12-2/chinas-culturaldiplomacy-historical-origin-modern-methods-and-strategic-outcomes/
5.- La máxima excelencia está / No en ganar / Toda batalla / Pero en vencer el enemigo / Sin nunca luchar.
6.- Son los seis métodos de política exterior. Respectivamente: Samdhi, Vigraha, Asna, Yana, Samsaraya y Dvaidhibhava.
7.- Texto original: Relationships between these states were influenced by two key elements: no hegemonicpower and a strong interest in cooperating and solving problems through peaceful means.https://www.diplomacy.edu/2013/evolution/may
8.- La serie de María de Medici es un conjunto de veinte y cuatro pinturas de Peter Paul Rubens
encomendadas por la esposa de Henrique IV de Francia, para el Palacio do Luxemburgo en Paris,
9.- Mi6 en 1909, CIA en 1947 y el Mossad en 1949.
10.- Reunión de Roosevelt, Churchill y Stalin durante la Segunda Guerra. También demarca, de alguna
manera, el comienzo de la Guerra Fría
11.- El robo de los bueyes.
12.- Hermes hace el gigante dormir mientras recupera los nervios de Zeus para que el pueda destruir evencer la bestia, siendo coronado como rey del Olimpo.
13.- Obediencia, com enseña la maestra DSG, viene del latín Ab Audire.
14.- En la “crisis de los mísiles” en Cuba, parece que Kennedy y Krushchev comunicaran-se a través de la TV, pues ningún de ellos tenía total certeza de que el mensaje llegaría al otro sin deformación. Después se estableció una línea directa entre Washignton y Moscou (“el teléfono rojo”).
15.- Los famosos discursos de Churchill en la Segunda Guerra.
Bibliografía
Apuntes del Probacionismo del Instituto Hermes
BRANDÃO, Junito – Mitologia Grega, Ed. Vozes
Britannica, Enciclopedia – www.britannica.com
Diplo Foundation – www.diplomacy.edu
The Oxford Handbook of Modern Diplomacy – Introduction: The Challenges of 21stCentury Diplomacy.
www.oxfordhandbooks.com/view/10.1093/oxfordhb/9780199588862.001.0001/oxfordhb-9780199588862-e-1
SCHWARZ, Fernando – El Hermes del Renacimiento
SCHWARTZ, Fernando – O Egito Invisível, Ed. Pensamento
Wikipedia – en.wikipedia.org/wiki/Diplomacy
Procedencia de las imágenes: el autor y archivo del Instituto