SOFÍA GASTERATOU
a. Introducción
Herma o «Ερμαί Ερμού» eran columnas de piedra para la adoración del dios Hermes y otras deidades. Eran columnas de cuatros lados coronadas por una cabeza, la cual podía tener barba o no, y un falo erecto. Originalmente eran una piedras amontonadas en medio de las cuales se erigía una piedra oblonga, símbolo del mismo dios.
Las Hermas (plural del nombre de Hermes) estaban ampliamente esparcidas a través de la antigua Grecia y se podían encontrar en varios lugares, como por ejemplo los cruces de caminos, campiña, ciudades, entrada de las casas y gimnasios.
En este símbolo podemos ver la unidad del concepto de inmovilidad, como las columnas; de constante movimiento, poder reproductivo del falo erecto y vida con su constante movimiento, como señales del camino; de muerte, como marcas – tumbas, y como símbolo de Hermes catoniano (del inframundo), de la armonización de los opuestos, como la unión de diferentes caminos, conteniendo un simbolismo complejo, como lo es el mismo dios.
b. Orígenes y Símbolos de las Herma
Existen varias interpretaciones en relación a los orígenes de estas columnas de piedra. Están relacionadas a la adoración esquemática del dios, es decir, veneración de las divinidades a través símbolos amorfos así como también la adoración de Hermes itifálico y su fuerza reproductora.
Al mismo tiempo indican los diferentes aspectos de Hermes, como protector de los viajeros y guía de todo tipo de viaje; como Límite (dios de las fronteras); de Enagonios (protector de los deportes); así como también Catiónico y Psicopómpico (guía de las almas en su viaje más allá de la vida).
La columna misma presenta la armonización del conocimiento – sabiduría (cabeza de Hermes), con la habilidad de dar nacimiento en el nivel material (falo).
El culto esquemático del dios se conecta con los siguientes símbolos amorfos:
- Piedras argi, que son piedras amorfas
- Colinas hermei, que son piedras amontonadas
- Falo enorme
b. 1. Piedras Argi:
Las piedras Argi o piedras amorfas correlacionan con el culto a las piedras en Grecia[1]. Particularmente, piedras importantes como “el ombligo de la Tierra” en Delfos o de menor importancia, como la columna enfrente de cada casa que la protege, esconde una fuerza y se convierte en objeto de adoración y ofrenda.
El culto a la piedra está directamente relacionado a la adoración de los ancestros, puesto que constituyen el símbolo dominante de los monumentos ancestrales. Los ancestros nos recuerdan los orígenes, las raíces y el destino, el cielo de los hombres, inspirando las acciones y comportamientos, e indicando el orden del mundo. En la antigua Grecia el recuerdo de los ancestros es idéntico al origen mítico del hombre, y al mismo tiempo al recuerdo y creación de las ciudades, y por lo tanto, a la creación del mundo. De esta manera los antepasados crean un eje que une el Cielo y la Tierra, armoniza y une los mundos.
El culto a las piedras sobrevive en Grecia aún durante el período clásico, de acuerdo con las Pausanias’[2] y los informes de Xenofón[3]. Hermes es sinónimo de piedra; él es la piedra como dios o el dios en la piedra.
b. 2. Las colinas de Hermes:
Una de las teorías más prominentes remonta el origen de herma a έρμα «έρμα, έρμαια o ερμαίος colina, έρμακες», las piedras amontonadas al lado del camino, del cual se deriva, de acuerdo a una versión, la etimología del nombre del dios Hermes, que significa “aquel que sale de la pila de piedras”[4]. La fuerza que existe en la pila de piedras se llama «Έρμάας o Έρμάων», en escritura Micénica «e-ma-a», en dialecto Dórico «Έρμάν», en Jónico-Ático «Έρμής».
Μ. P. Nilsson, Walter Burkert y Hans Herter están convencidos acerca del origen del dios proveniente de estos montículos de piedras, la έρματα, indicando que la Herma coexiste el elemento primitivo divino, la divinidad de las piedras, las primeras Hermas, y el subsecuente Hermes de Homero.
Hay muchas interpretaciones sobre lo que es una Herma y cómo se creó:
b.2.a. Puntos = marca, guías de viajeros:
Estas son piedras que deja el viajero en los caminos para sirvan como puntos o marcas, guías de viajeros, que conducen a surgimiento de una temprana red de caminos, la cual se identifica esencialmente con las fronteras de las áreas de los clanes. De acuerdo con otra teoría, se cree que arrojando la piedra el viajero se liberaba de la fatiga del camino, que se transfería a la piedra.
De acuerdo con una versión diferente, la tradición de marcadores de camino proviene del antiguo hábito de las personas de limpiar de piedras el sendero, las cuales se acumulaban a la orilla en honor a Hermes, como lo revela la expresión: «Ἕρμακας λίθους σεσσωρευμένους εἰς τιμὴν τοῦ Ἑρμοῦ» (Φαβωρίνος, Ερμαί)[5]. En estos puntos se dejaban ofrendas, como higos deshidratados, con un propósito doble: pagar tributo al dios y brindar ayuda a los hambrientos viajeros, quienes eran llamados «ἕρμαια»[6], que significa «fortuito, hallazgo inesperado, obsequio de Hermes».
Homero menciona el término en la Odisea[7], como un signo para los viajeros. La asociación de los marcadores de camino con la herma prevaleció a través del período Greco-Romano, cuando los signos del camino eran llamados colinas de Hermes. Por lo tanto, la identificación de la herma con un punto como signo puede enlazarse con el aspecto de Hermes como un protector de los viajeros y caminos, y la colocación de marcas especiales, bajo su aegis, en varios puntos de las orillas del camino. También se le llamaba como Orio Hermes, el que define las fronteras de los estados y ciudades, y quien castiga a los transgresores de los límites.
b.2.b. Signo = sepultura:
La palabra herma también se interpreta como sepultura o tumba. El término «τυμβόχωστον έρμα»[8] se usa en la Antígona de Sófocles. De acuerdo con L. Curtius[9], la pila de piedras sobre la sepultura originalmente identifica la Herma como una tumba.
Una muy conocida costumbre de los antiguos griegos era erigir una columna alta sobre el montículo funerario, la cual esta hecha de pequeñas piedras. Cuando alguien pasaba por dicha pila de piedras, añadía la suya. Esta costumbre tiene una función apotropaica. Las personas saludaban a los muertos y mientras se alejaban, tiraban una piedra atrás de ellas, ofrecida a Hermes Catoniano. Esta costumbre sobrevive hoy en día en Grecia en la frase: “Arrojo atrás de mi una piedra negra”, lo cual significa que me alejo de algo, tanto para olvidarla y que me olvide.
Dion Chrisostomos habla de una gran herma que se acumula cerca de Orfeo y Pausanias habla de las monedas de Sición de la época romana, donde se describe una tumba (base cuadrilateral con cuatro pilares que sostenían un techo de un templo αέτωμα) con una herma en cada lado. Además, los ciudadanos de Sición inscribieron sobre la tumba el nombre de los muertos diciendo «χαίρε^ν». [10]
Los caminos y senderos arcaicos durante este período son los puntos que más se prefieren para la creación de tumbas comunes, primero porque los monumentos funerarios de los clanes son fácilmente visibles desde la distancia y segundo, por lo general marcan los límites del área de cada clan, como se mencionó anteriormente, protegida por los espíritus de los ancestros. Esta interpretación relaciona el aspecto Catiónico de Hermes.
b.2.c. Mito Causal de Hermes Argeipontes:
Nilsson[11] explica como causal el mito Hermes Argeipontes de la creación de la primera colina de Hermes. De acuerdo al mito, cuando Hermes mata a Argos Panopti (el perro con cien ojos, guardián de su hermana Ío por orden de Hera, el que todo lo ve, símbolo de la multiplicidad y la vista física), Hera solicitó al Consejo de los Dioses del Olimpo que Hermes se presentara a un juicio. Al final Hermes es absuelto porque había actuado siguiendo las órdenes de Zeus, Rey de los Dioses y los hombres por igual, presentando con esta decisión el justo predominio de lo invisible y espiritual (Hermes) sobre lo visible y material (Argos).
Sin embargo, los dioses no querían entrar en contacto con el dios que había ensuciado las manos con la sangre de Argos, de modo que emitieron sus votos con piedras colocándolas delante de sus pies y formaron un cúmulo, una έρμα alrededor de él. Esta es la explicación la que las colinas Hermes consisten en piedras erectas, con su base localizada bajo una pila de piedras o Herma generalmente erigida con piedras sobre un montículo. En este caso las piedras representan al Dios, la columna vertical, el espíritu que surge y se verticaliza desde la materia -έρμα.
b. 3. El Falo:
El Falo puede tomar la forma del área de demarcación, como lo era el caso más tarde con la piedras erectas o postes. De acuerdo a algunos, una sus funciones es apotrópica y como elemento disuasivo, símbolo de la masculinidad y la fuerza derivada de ella. Se le considera el símbolo reproductivo por excelencia. Hermes Itifálico simboliza el poder de la naturaleza fértil y reproductora y se le asocia a los Misterios de Kaviri, los cuales se realizaban en Samotracia. Según Curtius, el culto de Kaviri en Samotracia tenía un carácter catiónico y se cree que la adoración a Hermes y la herma es también catiónico.[12] De esta manera, el símbolo del falo se relaciona al aspecto de Abundancia, de aquello que es fértil y a Hermes Catiónico.
De acuerdo con Herodoto, «la representación itifálica de Hermes se origina en el Pelasgo: enlazado a esto esta la frase sagrada en los Misterios de Caviri en Samotracia».[13] El Hermes de los Misterios de Samotracia es llamado Kadmilos o Kasmilos y era el esposo de la hija de Deméter, o de acuerdo con algunos, de la misma Deméter. Se dice que tenía un constante anhelo por Perséfone con quien deseaba ardientemente unirse. Su fuerza generativa es, por lo tanto, dirigida hacia la vida y muerte, creando así un eje en donde el mismo Hermes es una columna[14].
El rol γονιμοποιός de la herma puede relacionarse también a la demarcación y operación de los campos geomagnéticos, una práctica en relación a los menhires del norte de Europa que como símbolos fálicos canalizan las energías del Cielo en la Tierra y viceversa. De esta forma, la herma potencialmente activa o indica los puntos de energía de un área específica, y canaliza estas energías invocando la energía de la divinidad que están representando.
c. Etapas en el desarrollo de la Herma
a. Símbolos amorfos
Hay 3 categorías, que se discutieron anteriormente, y son:
- «αργοί λίθοι»: piedras amorfas, indicadoras de la divinidad.
- colinas de Hermes: pilas de piedras en la forma de un montículo al lado del camino.
- grandes falos: solos o en el centro de una pila de piedras.
b. Símbolos Semi-antropomórficos
Esta es una forma cuadrilateral del falo original con una cabeza humana sobre él. Las primeras Hermai llamadas «άκωλοι» se derivan de esto. Muchos investigadores asocian esta fase con la conversión de los primeros troncos árboles rituales en “ídolos”.
De acuerdo con Pausinas los primeros en construir tales estatuas fueron los Atenienses.[15] Él describe Herma como “arte de Ática”, expresando que no solamente fueron usadas para propósitos religiosos sino también para otras necesidades prácticas, para medir la arena de la orilla de los caminos, la división de las propiedades agrícolas, etc. Después de los Atenienses, los Arcadios reconocieron en principalmente la importancia de su forma, la cuadrilateral.
Esta forma fue introducida en Atenas cerca del 520 a.C. por Hiparco, el hijo de Pisistratus, para marcar las áreas inmediatas entre las municipalidades de Ática el Ágora ateniense. Pronto esta delimitación se extendió en cada vecindario de Atenas para tener su propia columna, su propio Hermes.
Sudas[16] dice que las Hermas se construyeron con forma cuadrilateral debido a que Hermes es el curador del Discurso y la Verdad, esto quiere decir, que compara las verdades con la Herma cuadrilateral, lo que significa que no importa en que camino caigan siempre permanecerán verticales, fundamentadas.
c. Descripciones
c.1. Descripciones del Rostro:
- Tipo Arcaico: aproximadamente hasta el siglo 4 a.C. se describe al dios con cabello bien peinado cayendo sobre su nuca y con una barba puntiaguda, «σφηνοπώγων». En el tipo arcaico no hay una diferencia entre las características de Dionisio y Hermes, y solamente se pueden distinguir por sus respectivos símbolos que los acompañan.
- Tipo Subsiguiente: prevaleció después del siglo 4 a.C. En este tipo el rostro es imberbe.
c.2. Cabeza:
- Dos cabezas
- Tres cabezas
- Cuatro cabezas (raramente)
- c.3. Deidad descrita o héroe:
Muchas otras deidades diferentes a Hermes se describen en la Herma, por ejemplo: Apolo en su templo en Trikolonus en Arcadia; Esculapio e Higia aparecen «εργάται»(trabajadores) en el templo de Esculapio en Megalópolis; en dedicación a Atenea «Ερμής ξύλον» por Cércopo en el templo de Pollias (protector de la ciudad); Atenea y Afrodita en el templo de Apolo en la obra de Delos de Dédalos; y en dedicación a Teseo y Hércules en Sikión, Telios Zeus en Tegea; Ammón Zeus en Megalópolis; Eros en Tespias.
El nombre Herma se mantuvo. Una declaración de la forma de la Herma fue hecha con palabras compuestas, por ejemplo: Hermeros fue la herma con la divinidad de Eros; o con muchas palabras, como en Hermes-Dionisio, una columna con un Dionisio en la parte superior.
c.4. Combinación de divinidades
Algunas veces en la Herma de múltiples cabezas hay una combinación de más divinidades. En el Estadio Panatenaico en Atenas, por ejemplo, se encontraron una doble Herma de Apolo y Dionisio. De esta combinación provienen los nombres: Hermafroditus, Hermaris, Hermatena, Hermanubis, Hermeros, Hermeracles (Hércules), Hermopan, Hermotitan. Los tipos más comunes de Herma, especialmente durante la época romana, fueron las de Hermeracles (Hércules) y Hermopan.
c.5. Torreones de Muros
Esta es una alteración en las Herma arcaicas cuadriláteras. Al principio se añadieron dos proyecciones bajo la columna simbolizando las manas, que se perdieron. Más tarde la columna cuadrilateral fue curveada alrededor del pecho y el abdomen, la espalda y, finalmente, se agregaron curvas en todo el cuerpo.
c.6. Doble busto en el pedestal:
La última fase del desarrollo de las Herma fueron los bustos dobles de figuras históricas sobre el pedestal; por ejemplo: Homero-Arquilohos, Vias-Tales, Herodoto-Trucidides
d. Uso y Adoración
d.1. Uso de las Herma
- Ritual: Originalmente se usaron en el lugar de adoración de las divinidades, es decir, en santuarios y templos.
- Para propósitos de adivinación: en el mercado de Fares en Acadia había un oráculo.
- En los cruces de caminos de las antiguas ciudades se usaron relacionadas con la propiedad de Hermes como patrón de los viajeros y perseguidos.
- Como señales de caminos: En Ática, en toda su extensión de caminos municipales, Hiparcus el Tirano (527-514 a.C.), hijo de Pisistratus, colocó las Herma para medir las distancias y la indicación de la dirección, similar al uso moderno de las señales de camino. Se escribieron dichos y símbolos sobre las Herma, por ejemplo: «μη φίλον εξαπάτα» (no engañes a un amigo), «στίχε δίκαια φρονών» (να περπατάς σκεπτόμενος δίκαια) con la frase: «μνήμα τόδε Ιππάρχου» traducido: «μνημείο του Ιππάρχου» que los antecede.
- Como «Επιτέρμιοι»(Epitermii), éstas son las Herma que indican las fronteras de las propiedad públicas y privadas, por ejemplo las que indicaban los límites entre Megalópolis y Messina, Lampsakos y Paros, Tegeas y Argos. Muchos lugares fronterizos tomaron su nombre de ellos (Ερμαίον). Pausanias, en su libro «Ελλάδος Περιήγησις», utiliza las frases «μετά δε τους Ερμάς» (después de las herma) y «ιούσιν από των Ερμών» (pasando por las herma) cuando completa la descripción de una provincia y quiere designar sus fronteras con la siguiente.
- Ante las puertas: Frente a las puertas de las ciudades, como en Megalópolis, o en las puertas de las casas y aún dentro de ellas. Los epítetos de las divinidades «Προπύλαιος» (Propileos), «Στρόφαιος» (Strofeos) y «Επιθαλάμιος» (Epitalamios) se asociación a ellas. Muchos colocarán hermas en la entrada de sus casas como una declaración de su residencia, así como también protección y exorcismo del mal, una práctica que todavía sobrevive en la forma de pequeños relicarios cristianos.
- Herma de la Ágora Ateniense: Las Hermas más famosas eran las que estaban situadas en la Ágora Ateniense (Αγοραίος Ερμής- Agoreos Hermes). Estaban espaciadas de Ποικίλη (Pikili) hasta Βασιλική (Vasiliki), de Estoa a Estoa de la Herma y la mayoría de procesiones pasaban entre ellas. Se volvieron famosas desde el Ερμοκοπίδες (Ermokopides), extranjeros que las mutilaron en el año 421 a.C., la víspera de la campaña siciliana, que fue un acto de impacto político para Alcibíades, famoso alumno de Sócrates y líder de esta campaña, a tal grado que pidieron su destitución en Atenas a pesar de su popularidad.
- Sobre montículos o tumbas, como la que Cratón dedicó a un doctor y que se encontró junto a Varvakio en Atenas, y la del bosque de Sminthea junto a la tumba de Sibil.
- En gimnsasios para uso religioso o como indicadores de puntos de inicio en una carrera, como en el gimnasio de Figalia, en el claustro del gimnasio de Ilida y en el gimnasio de la Ágora Ateniense.
- Como elementos ornamentales a partir del Renacimiento.
d.2. Culto de las Hermas
Las Hermas eran adoradas con ofrendas, dedicatorias, ceremonias, sacrificios y celebraciones.
- Ofrendas y dedicatorias: frutos, especialmente higos, en las Hermas exteriores y de ahí la frase «σύκον εφ’ Ερμή». El laurel, mirto y coronas de hiedra engalanaban la ornamentación de las Hermas, así como objetos personales y libaciones también constituían otro tipo de ofrendas.
- Sacrificios: existen pocos informes sobre este tipo. Se considera que Hermes fue el iniciador de la institución de sacrificios al matar dos de los bovinos sagrados que había robado a Apolo y que los cortó en 6 pedazos como una ofrenda para los 12 Dioses.
- Ceremonias: durante las cuales los creyentes tocaban la cabeza o el falo de las Hermas.
- Celebraciones: de acuerdo con Gerhard existían celebraciones frecuentes en días ordinarios en honor a las Hermas en muchas ciudad de Grecia. Habían festivales de competiciones que incluían carreras atléticas, carreras de antorcha para niños y adolescentes en Atenas, carreras sobre pista en el «Στάδιον» (Estadio) en Salamina, ejercicios de Palestra en Feneo – Pallini – Atenas y Creta, carreras de carroza en Tanagra. En Tanagra la celebración empezaba con una gran procesión con los jóvenes más hermosos de la ciudad a la cabeza de la columna y portando un carnero en sus hombros (Hermes Κριοφόρος- Krioforos), porque de acuerdo con la tradición, Hermes salvó la ciudad de una epidemia después de una epifanía del Dios y purificación con la procesión con carnero (Dios Salvador).
La juventud era especialmente venerada en las Hermas, ya que el dios era el protector de los jóvenes. Hermes habría ayudado a los hijos de muchos Dioses, como Erictonius, Dionisio y Esculapio. También organizó deportes e inauguró ejercicios en la palestra, lucha libre, boxeo, salto y carrera. La palabra «palaestrae» se considera que tiene su origen en el nombre de una de las hijas de Hermes, Palaestra. De acuerdo con Filistrato[17] «La hija de Hermes, Palaestra, que pasó su juventud en los bosques de Arcadia, inventó la lucha libre y la Tierra celebró este invento porque así las armas de hierro de los guerreros serían lanzadas fuera de las manos de los hombres, los estadios tendrías una gloria más atractiva que las campañas militares, y los hombres lucharían desnudos». De acuerdo con la leyenda, el arte de la lucha libre fue enseñado a Hércules por uno de los hijos de Hermes, Arpalycos, quien era tan diestro que nadie podía vencerlo.
e. Epílogo
Como con cada uno de los símbolos, la palabra que proviene del verbo «συμβάλλω» y significa «traigo algo conmigo», las Hermas tiene el rol de mensajeras que median entre las dimensiones profana y sagrada. Como símbolos, ellas expresan la inefable conciencia creadora de la identidad que no está limitada dentro de las fronteras estrechas de Grecia, sino que se expande en espacio y tiempo. H.P. Blavatsky dice que cada símbolo es un diamante poliedro y cada uno de sus lados muestra varias interpretaciones. Mircea Eliade expresa que el símbolo revela una verdad sagrada que ninguna otra manifestación puede revelar.
Las Hermas permanecerán como ofrendas que transcienden u unifican lo visible con lo invisible en la medida en que los hombres y nuestras civilizaciones se lo permitan, y seguirán siendo la inspiración para desarrollar un espíritu combativo y ejes de unión entre lo contemporáneo y el conocimiento ancestral y nuestros antepasados. Son guías de nuestro viaje a diferentes niveles de la existencia y del mundo, son guardianas de la integridad, de los límites, y también abren al mismo tiempo nuevos caminos, pavimentan senderos, así como lo hizo el dios Hermes desde el principio de su aparición.
BIBLIOGRAFÍA
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REFERENCIAS
[1] M.P. Nilsson, History of ancient Greek religion, p. 121-123
[2] Pausanias: Description of Greece, vii, 22, 4 & ix, 38, 1, vol IV, Loeb, Harvard University Press
[3] Xenophon: Apology, Vol Iv. Loeb, Harvard University Press
[4] Ioannis Stamatakos, Dictionary of Ancient Greek Language, page 392
[5] Ichor (Ιχώρ) magazine, issue 39, page 92, article «The Nomenclature of the heavenly Gods,» George Iliopoulos.
[6] Ioannis Stamatakos, Dictionary of Ancient Greek Language, page 391
[7] Homer’s Odyssey xvi, 471
[8] Sophocles, Antigone, 481
[9] L. Curtius, Die antike Herme, Leipzig 1903. S. Eitrem, RE Vili. 1, section «Hermes», page 696-708
[10] Afrodite Avagianos, Hermes Khthonoi: Religion and Man in Thessaly, page 77-79
[11] M.P. Nilsson, History of ancient Greek religion, pages 75, 131
[12] L. Curtius, ό.π., 8.
[13] Herodotus II, 51 (1), P. Raingeard, ό.π., 458 κ.ε.
[14] Institute’s Hermes Notes, θ.2ο, The symbols of Hermes, υποθ.4ο, Hermaic stelae
[15] Pausanias says «πρώτοι οι Αθηναίοι ακώλους Ερμάς ονόμασαν» (trans.: the Athenians were the first to call them “άκωλοι” Herma) «Αθηναίων το σχήμα το τετράγωνον επί τας Ερμάς» (trans.: the quadrilateral form of Herma is originated in Athens).
[16] Pavlos Drandakis, Great Greek Encyclopaedia, v. ΙΑ
[17] Philostratus, Collected Works, Cactus Publications, Athens 1994
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