I.M. Svetko
Dentro de las actividades arqueológicas que realiza el Instituto I. Hermes con sede en Granada, hemos podido visitar Los Tajos de Marchales, donde se asentaron grupos humanos de cazadores recolectores en época neolítica.
Está ubicado en la zona montañosa de la Subbética Andaluza, en la parte sur- occidental de la comarca de Los Montes, en la provincia de Granada, este yacimiento se asienta actualmente dentro del municipio de Colomera. Su punto más elevado se sitúa a unos 1186 metros sobre el nivel del mar. Es una zona rocosa, poblada de encinas, con bellísimas vistas a la Sierra Nevada.
Las huellas del neolítico, se pueden ver aún hoy, en las pinturas rupestres. Nada más acercarnos a la pared del abrigo natural, se observa un grupo de figuras masculinas, en color rojo, algunas aparentemente con dedos muy largos. Aunque sabemos que en otras partes del abrigo hay figuras antropomorfas, zoomorfas, barras, puntos, manchas y elementos indeterminados, y que por la dificultad que entraña llegar, no pudimos verlas.
Lo que sí hemos podido detectar que es una zona donde se manifiesta la energía telúrica, elemento que no es de extrañar, ya que sabemos que los grupos humanos que tenían conocimientos para representar pinturas rupestres, se asentaban en lugares especiales.
En un abrigo como este, es difícil la conservación de las pinturas, pues están expuestas muchas de ellas a las inclemencias del tiempo, lluvia, vientos, arenilla, etc., no obstante, aun para los ojos del neófito, son evidentes y conmueve reconocer que hace nueve o diez mil años, el hombre del neolítico dominaban una técnica gráfica difícilmente superable en este siglo XXI.
Estas pinturas rupestres fueron halladas gracias al Grupo Espeleológico del G40, de Priego de Córdoba, que las descubrió fortuitamente, en el año 2004. Este grupo de espeleólogos lo pone en conocimiento de la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía en Granada. En el año 2008 se registran en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz.
Visitamos también la zona de la última excavación de donde sabemos se han encontrado cantidad de herramientas líticas, según la investigación realizada por la Universidad de Granada, responsable de la excavación.
Gracias a estas investigaciones y a la metodología de trabajar se han encontrado una gran variedad de formas para tallar la piedra, con la finalidad de fabricar herramientas, tales como buriles o raspadores, y ello demuestra la habilidad técnica que dominaban, así como la estructura mental que los grupos humanos de esa época poseían, donde se refleja también, el comportamiento cognitivo y cultural que poseían.
Bajo el punto de vista de la antropología, el conocimiento de la tecnológica permite una
comprensión del proceso de creación en la talla que evidencia una capacidad de imaginación y de plasmación que se realizaban con materiales concretos, extraídos de su entorno natural, generalmente sílex.
El amplio trabajo de investigación realizado en este aspecto técnico, en los últimos años, en los Tajos de Marchales por García-Franco y Antonio Morgado, arqueólogos de la Universidad de Granada, es clave para la interpretación de los recursos culturales y tradiciones tecnológicas de aquellos grupos de cazadores recolectores.
BIBLIOGRAFÍA
www.prehistoriayarqueologia.org › noticias https://www.ugr.es/~arqueologyterritorio/Artics12/Artic12_1.htm Araceli Cristo Romero