Triada Klangu
Aquel que quiera internarse en los misterios de los Cabiros, debe conocer lo relativo a estas divinidades, es decir a los Cabiros. Entre los Cabiros HERMES tiene un lugar prominente.
Relación de Hermes con los Cabiros
Así pues, de acuerdo a la tradición de los misterios de Samotracia, los Cabiros eran cuatro y eran conocidos con los nombres de Axiokersos, Kádmilos, Axieros y Axiokersa. Los primeros son masculinos y representan a Hades o Plutón y a Hermes. Los otros dos son femeninos y equivalen a Deméter y a Perséfone.
Según Herodoto, los pelasgos, los primeros habitantes de Samotracia, fueron también los instauradores de los misterios de los Cabiros. De entre todos los griegos, los atenienses fueron los primeros que tomaron de los Pelasgos la costumbre de confeccionar estatuas del dios Hermes con el falo erguido y lo transmitieron a todos los demás. Los pelasgos atribuyen a estas representaciones un origen sagrado, el cual era explicado en los misterios de Samotracia, mientras que, según Cicerón y otros investigadores, simbolizan la pasión del dios Hermes por la diosa Perséfone.
Si examinamos ahora más en detalle cómo diversos investigadores relacionan a Hermes con los Cabiros, constataremos que “de acuerdo
a Waite, Axieros y Axiokersos representaban a la Tierra y al Cielo.
El fruto de su unión era Axiokersa. Sin embargo, desconocemos cómo se sumó a esta tríada Kádmilos, que era aquel que encarnaba el iniciado en los misterios. Parece ser que se trataba de Hermes, que era designado con el nombre de Kádmilos a causa de que fue Kadmos el primero que instituyó su culto en Samotracia, en donde se dice que fue iniciado en los misterios de los Cabiros.” (Ver Los Misterios de los Cabiros, G. Siettos, Ed. Pirinos Kosmos, págs. 19 y 20)
“Kerényi subraya también lo siguiente en cuanto a la relación de Kadmos con los misterios de Samotracia: En la región de los Cabiros, que era la isla de Samotracia, aunque también en Tebas se realizaba su culto secreto, uno de los dioses era llamado Kádmilos, el pequeño Kadmos. El único dios que tiene relación con la historia sagrada de los misterios de Samotracia es Hermes, bajo la forma que frecuentemente le daban los atenienses: la de Hermes itifálico.
“El diccionario abreviado de Emmy Ratsi Garin (en la palabra Kádmilos) escribe: “uno de los Cabiros de Samotracia”.
Como dice Dionisodoros, este anexionado cuarto Kádmilos es Hermes, que simboliza la fecundidad.
La identidad de Kádmilos con Hermes se encuentra también en Callimahos, según refiere Servio. Es revelador que en otros lugares se refiere como “Kádmilos el Hermes de Tirene”.
Representaciones de Hermes en descubrimientos arqueológicos. Interpretaciones etimológicas.
En una inscripción los Cabiros son denominados “los que Hermes ha convertido en grandes dioses”, fuertes y poderosos.
En Imbros, las monedas llevan una representación itifálica del Hermes Imbramos desnudo haciendo ofrendas. El adjetivo Imbramos es de Caria. La representación del Hermes itifálico sobre las monedas de Imbros es un dios pelásgico de la fecundidad.” (Ver Los Misterios de los Cabiros, G. Siettos, Ed. Pirinos Kosmos, pag. 51) “Imbros era la isla sagrada de los Cabiros y de Hermes. Imbros = carnero, es decir, Hermes. Esiquio resguardó una significación similar de una palabra de procedencia tracia relacionada con Imbros: ?ß??? (Evros) = macho cabrío semental, es decir, carnero. Una significación similar tienen también, según Esiquio, las palabras ?μß??? (ombros) = lechón y ?ß?? (ibir) = animal terrestre salvaje. Pero también existió el nombre propio de Imvrasos o Imvrasis que indudablemente debió significar Hermes.” (Ver “Los Antiguos Misterios Griegos”, ? . Kourtidou, Ed. Ideotheatron, pag. 33)
Hermes en los misterios de Samotracia.
Interpretaciones simbólicas
El iniciado en los misterios de los Cabiros tenía el grado simbólico de Kádmilos, el cual era matado simbólicamente por su hermano y resucitado por Hermes, como también ocurría con Osiris.” (Ver. Los Misterios de los Cabiros, G. Siettos, Ed. Pirinos Kosmos, págs. 20, 22, 25 y 30).
En consecuencia, los misterios de los Cabiros eran la continuación y la adaptación local, en aquellos lugares que estaban en
funcionamiento, de los misterios de los pelasgos, de los Koribantes de Creta, de la misma manera que los misterios de Eleusis eran la continuación, sistematizada y con adaptaciones locales, de los misterios pelásgicos y cretenses de la Gran Madre Rea – Tierra y de la Deméter Dictina. Estuvieron siempre vinculados al Sol, a Zeus, a Eros, a Deméter, Perséfone, Dionisos, Hécate y a Hermes, como patrón de todos los Misterios.
“Maury admite que los misterios de Samotracia tenían como objeto la purificación de los hombres a causa de sus pecados y de los posibles crímenes que hubieran cometido y, por lo tanto, el asegurarles una mejor fortuna en la otra vida.
Kourtides sostiene que, en general, la enseñanza fundamental de los misterios de los Cabiros era el nacimiento del yo humano.” (Ver. Los Misterios de los Cabiros, G. Siettos, Ed. Pirinos Kosmos, pág. 77) Los ocultistas iniciados atribuían a Hermes “la materia prima de los filósofos, Los Cabiros que resulta del plomo”. Además, Hermes es denominado en las ciencias ocultas como la gran obra al Blanco o Albedo, conocido también con el nombre de Mercurio de los sabios.
“Dado que durante los misterios de los Cabiros, los dos hermanos mayores mataban al menor, el cual era resucitado por Hermes Kádmilos tocándole con su caduceo, eran considerados por Diodoros como la encarnación de la fe en la inmortalidad del alma.” (Ver. Los Misterios de los Cabiros, G. Siettos, Ed. Pirinos Kosmos, pág. 77).
Hermes tectónico aquí, según las palabras del himno órfico: “con su vara sacrosanta, la que trae el sueño, lo cubre todo con el sueño de la muerte y nuevamente con ella levanta a los adormecidos de él”. Este hecho debe ser interpretado en el sentido de que los Cabiros eran dioses tectónicos pero también Hermes era un dios
tectónico, ya que, como es bien sabido, era psicopómpico y conductor de las almas al Hades.
El Hermes telúrico conduce y transporta al alma (siendo ella misma una suerte de Hermes ctónico) al lugar subterráneo al que el alma es transportada después de su muerte física. Así pues, es el Señor de la Reencarnación, que conduce a las almas al lugar intermedio y desde allí las lleva a otras vidas, tal y como expresan las palabras sagradas de Orfeo.
Muchos investigadores dan un significado más profundo a la relación de Hermes con el carnero (que ya hemos citado más arriba), símbolo de la fecundidad, de la creación, del nacimiento, en los misterios de Rea, la madre de los dioses. La importancia del carnero está en relación con el carácter nómada de Hermes. Cuando los corderos y las ovejas salen del redil, el carnero los precede como conductor a la cabeza y es, además, el animal que, con su capacidad de fecundación de la que surge su poder reproductor, mantiene y multiplica
la vida del rebaño. Por esa razón, era el compañero natural del dios pastor, el cual vigilaba junto a los animales, cuya protección le habían encomendado y favorecía su aumento.
Por lo que sabemos, también en estos misterios se celebrara la ceremonia denominada “muerte cabírica” en la que el iniciado personificaba la figura de Kámilos, del más joven de los cuatro Cabiros. Kádmilos era asesinado por sus hermanos que luego se marchaban llevándose sus órganos genitales en una bolsa o cesta mistérica.
Herodoto refiere que el cuerpo de Kádmilos fue trasladado sobre un escudo y que fue enterrado a los pies del Olimpo coronado de flores. Clemente de Alejandría dice que los dos Cabiros que mataron a su hermano, “enterraron su cabeza envuelta en un paño rojo.” (Ver. Los Misterios de los Cabiros, G. Siettos, Ed. Pirinos Kosmos, pág. 82, 86 y 87). Por esa razón, el emblema de los iniciados de Samotracia era una corona de ramas de oro y una cinta roja que se colocaban en la frente.
En cuanto a la cinta, creían que tenía el poder de proteger al iniciado de todo los males. Kádmilos al que, como ya hemos referido, se le da muerte, después resucita, pero no ha llegado hasta nuestros día s ningún mito que cuente la forma de su resurrección.
En todo caso, también en estos misterios se presenta el drama de la muerte y de la resurrección, como lo encontramos en todas las instituciones mistéricas. De acuerdo a la Teogonía de la religión griega, las almas traspasan el umbral de los Mundos Superiores y desde allí continúan sin cuerpo su camino evolutivo en los mundos superiores, como héroes, “daimones”, dioses, etc. En este camino también el dios Hermes juega un papel determinante.
Epílogo
Se puede decir que aquel que llegaba a comprender la relación de Hécate – Brimos y Hermes en los misterios de los Cabiros o la de Ariadna y Dionisos Zagrea en los misterios minoicos cretenses o la de Perséfone – Brimos y Dionisos en Eleusis, llegaba al punto de ser poseedor del misterio de la inmortalidad del espíritu con la conquista del conocimiento. Sin embargo, el verdadero propósito y el objetivo interno de los misterios de los Cabiros, como se ve claramente en todo lo que la tradición nos refiere sobre Hermes y Hécate, era que las almas de los iniciados en estos Misterios consiguieran un objetivo espiritual aun más elevado. Es decir, que
consiguieran ese medio espiritual que les daría la posibilidad de vivir, con sus propios poderes, después de la muerte del cuerpo, en el mundo de los espíritus de los héroes y de los semidioses de la tradición griega y no en el Hades y en el reino de Plutón.
En consecuencia, sean cuales fueren las interpretaciones que han sido dadas por los diversos investigadores y estudiosos de los misterios en Grecia, y en concreto de los misterios de los Cabiros, se puede constatar que la presencia de Hermes en estos últimos, como logos espiritual manifestado y como evolución del Alma humana en Espíritu, es de suma importancia.
Bibliografía
• Del Antro de las Ninfas en la Odisea, Porfirio. Ed. Ideotheatron
• Los amores de los dioses antiguos, Gr. Stefanou, Ed. Dromeus
• Los doce dioses olímpicos, D. Kallergi, Ed. Ideotheatron
• Los Misterios de los Cabiros, G. Siettos, Ed. Pirinos Kosmos
• Historia de la Religión griega antigua, ? . P.Nilsson, Ed. Dim. N. Papadita
• Los Antiguos Misterios Griegos, ? . Kourtidou, Ed. Ideotheatron